Introducción
Definitivamente vivimos en otros tiempos, aun cuando a muchos les cuesta admitirlo. Tiempo que US Army War College lo definió como VUCA (Volátil, Incierto, Completo, y Ambiguo), le añadimos la D para denotarlo también digital, por lo queda VUCAD. Cuando se analice este tiempo en la historia, se dirá que fue la edad de piedra de la era digital, tal como lo fueron otras épocas. Era claramente marcada como digital, en donde la economía y las transacciones que se generan día a día van dejando toda secuela de comportamientos e informaciones que son alimento voraz para conceptos tales como Big Data, Inteligencia Artificial, Machile Leaning, etc. Sin duda alguna conceptos que irán a más, y crearán un uso exponencial de dichas tecnologías.
El punto focal de esta nueva vorágine es el empleado. En muchos casos, relegado y trabajando en procesos repetitivos y cansinos, propio de las organizaciones burocráticas del siglo pasado. Aún persisten y seguirán existiendo hasta que las nuevas generaciones tomen conciencia y decisiones que impulsen a las instituciones y empresas a nuevos estadios.
Al fin y al cabo las organizaciones son las personas, son quienes las moldean y las hacen funcionar. Pero entendemos que los “jefes” juegan un papel importante. Muchos con sus miedos y temores de emprender la senda de cambios y transformación, ya que por todos los medios intentan mantener su Statu Quo, o como se le suele llamar, su Zona de Confort, sin capacitar y formar a la gente, por temores a ser desplazados y perder las prebendas obtenidas en la empresa.
Pero existen estrategias que todo empleado debe emprender para canalizar e impulsar con conciencia y claridad, los cambios modernización y evolución natural, que toda organización debe hacer para mantenerse competitiva en la era o época que les toque “vivir”. La voz del empleados en su conjunto es una fuerza indetenible para impulsar la mejora y transformación (evolución) de la organización.
9 estrategias de Transformación Digital
No pretendemos que los todos los empleados, de la noche a la mañana se conviertan en gurús, influencers o expertos tecnológicos o digitales, pero si creemos que deben entender y conocer los conceptos y lenguaje imperante en los tiempos actuales. Al fin y al cabo cualquier propuesta digital valiosa que venga de los empleados, es suficiente para justificar el ROI para capacitar y/o formar a las personas. En tal sentido, las estrategias o argumentos que puedes utilizar para disuadir a tu jefe que te capacite o forme son:
- El cliente es el epicentro de la transformación digital. Se ha repetido hasta la saciedad que la razón de ser de la organización o empresa son sus clientes. Sin ellos no hay empresa. La calidad del servicio, la atención al cliente y el proporcionar una sana relación con ellos es clave en procesos de transformación. Cualquier propuesta que venga de un empleado tiene que tener este foco. Y nos surge una pregunta: ¿Quién está cerca o escuchando al cliente? La respuesta es obvia: el empleado. En la medida que se fortalezca la atención al cliente por cualquier canal, en ese mismo sentido, os daremos, impulso a los empleados.
- El empleado como intra-emprendedor. Está de moda emprender. No importa si es en un Plan B personal, empresa propia o paralela, o idea que se quiere materializar dentro de una empresa, al fin y al cabo, nos gusta que nuestras ideas salgan adelante. El emprendimiento tiene como combustible la motivación. Es por ello que quien mejor para impulsar proyectos de base tecnológica en la empresa. Los empleados, por su cercana relación con clientes, procesos, datos e información, son fundamentales en la definición y propuesta de proyectos que ayuden a mejorar, las potencialidades de la empresa. Una red de empleados emprendedores es fundamental para impulsar un cambio cultural y de liderazgo en la empresa.
- Crear o añadir valor. Está claro que debemos crear valor por una de las 2 formas posibles: incrementar ingresos o reducir gastos. Y esto se logra y mide con un Business Case. Toda iniciativa o propuesta de proyecto debe poder ser medible y cuantificable, que cuantifique el valor que crea o añade al negocio. Es clave que todo empleado pueda calcularlo y valorar si es factible o no.
- La era del diseño. No solo en edificios, coches u otros objetos tradicionales, el diseño asalta a las organizaciones con claras propuestas de ayudar en al diseño de servicios y/o productos de todo tipo. El Design Thinking es la metodología de moda, y por cierto, que todo empleado debe conocer. Ayuda a crear productos y servicios con una mentalidad abierta y orientada a satisfacer al cliente de forma innovadora y creativa. Bancos, empresas de seguros, cadenas de tiendas, solo por mencionar algunas, la utilizan para crear productos y servicios de todo tipo.
- Es un cambio cultural. Obviamente que el cambio es cultural. Comienza por la personas y se da sin que nos demos cuenta. No es una licencia de software que compramos e instalamos y ya, es un cambio de mentalidad que se da en el tiempo y ocurre prácticamente sin que nos demos cuenta. La capacitación de las personas y el liderazgo inclusivo ayudan mucho en el camino. Comenzar el cambio con la capacitación o formación de las personas, las motiva y las impulsa a proponer mejoras.
- Rapidez y agilidad. El siglo pasado nos dejó la burocracia, aun cuando aún persiste en muchas organizaciones. Este nuevo siglo es el de la agilidad. Capacidad de entregar valor a los clientes lo más pronto posible, con un mínimo riesgo. Sin trabas. Sin burocracia. Con asertividad. Las metodologías ágiles persiguen precisamente eso, inyectar un cambio de mentalidad en la forma y manera de gestionar proyectos, iniciativas y tareas. Y sin dejar de lado, que impulsa equipos auto-motivados y de alto rendimiento.
- Mundo VUCAD y global. Claramente la organización compite y/o se desenvuelve en un mundo VUCAD, marcado por su propio lenguaje y signos, en donde tenemos que enviar a nuestros Stakeholders un claro signo de modernidad. El no hacerlo pasa por enviar un mensaje negativo a nuestros competidores y clientes. Es claro que los empleados deben acceder a mejores maneras de gestionar sus procesos, aun cuando los jefes sean óbices en el recorrido. De nuevo la capacitación continua, interna y externa, es fundamental para mantener el pulso del mercado.
- Tecnologías. Claramente para que un empleado pueda proponer a sus superiores un nuevo proyecto que mejore un proceso, servicio, producto o modelo de negocio, debe saber de qué habla. Comprender el concepto, ventajas y desventajas de las tecnologías es clave. Obviamente la tecnología juega un rol esencial y fundamental en esta denominada economía digital. Insisto, no se trata de convertirse en un gurú tecnológico, pero si conocer las potencialidades y usos de dichas tecnologías. La apuesta pasa por comprender el alcance y potencialidad de algunas de las siguientes tecnologías: Cloud Computing o la nube, Inteligencia Artificial, Blockchain, Robótica, IOT, Machine Learning, Data, Analytics y Big Data, relación humano-digital, Aplicaciones Mobile, etc.
- Metodologías. Muchos dicen que antes nuevos retos o desafíos es necesario nuevas formas de hacer las cosas, Y eso está claro. Al surgir nuevas tecnologías y modelos de negocio, y abrirse nuevos mercados, debemos pensar que en su misma proporción emerjan nuevas metodologías o técnicas de gestión. Algunas de ellas son: Design Thinking, Agilidad empresarial (Agile-Scrum), Lean – Kaizen, etc. El comprender y entender esas nuevas maneras de abordar los procesos y proyectos requiere su comprensión y dominio. Especializarse en alguna de ellas tampoco está de más, nos da otra perspectiva de los negocios a la vez que la mentalidad que nos propone, nos impulsa y proyecta en ese cambio cultura querido por todos.
Conclusión
En resumen, vivimos y viviremos un mundo cada vez más digital. Es irreversible. Esperar sacar a los jefes de su zona de confort puede ser de riesgo profesional para muchos profesionales de valor. Impulsar cambios a través de la propuesta de sanas estrategias que impulsen un cambio de sentido (transformación si se quiere) es una gran oportunidad. Demostrar al jefe que con la nube y el trabajo colaborativo, por ejemplo, ganamos todo, y quizás lo más importante, ganan nuestros clientes y la organización como un todo.
Todo empieza por capacitar continua y constantemente a los empleados, para que puedan proponer y/o iniciativas propuestas de carácter digital. Las voces de muchos empleados claramente presionan a los jefes en búsqueda de seguimiento. Es un mundo en donde el liderazgo invertido, jefes siguiendo a los empleados es posible.
Desde ITMadrid IT Business School tenemos tiempo investigando, analizando y proponiendo capacitación y cursos sobre el tema de Transformación Digital. Cuyo único objetivo es el empoderamiento de los empleados para que un cambio, cultural y digital, pueda darse desde abajo. Presionando con el objeto de lograr una cambio de mentalidad y productividad en las organizaciones.